Noticia publicada el 23 de Mayo de 2011 en El DEber
La concentración del poder es una característica de los gobiernos populistas y autoritarios que los deja a merced de la corrupción, sostiene William Herrera, autor de la obra La Corrupción en Bolivia y exmagistrado de la Corte Superior de Distrito. Este jurista dice que es necesario dar ahora la voz de alerta sobre lo que considera la conformación de un Tribunal Constitucional poco transparente y sujeto a criterios políticos.
“La elección de magistrados en octubre para el Tribunal Constitucional es un bluf”, expresó el exmagistrado de la Corte Superior de Distrito, al indicar que desde que la selección de ternas es competencia de la Asamblea Plurinacional esta lista está sujeta a los designios del poder político.
Herrera, que acaba de publicar una radiografía sobre la corruptela en el país, señaló que mientras los gobiernos mantengan la política de concentración de poderes y el régimen centralista, será cada vez más difícil afrontar una lucha seria contra delitos realizados por funcionarios públicos.
Cree que los profesionales de las ciencias jurídicas difícilmente podrán acceder a concursar por cargos donde lo que se valora es el origen étnico y la militancia partidaria.
“Hay dos clases de gobiernos, los republicanos y los populistas y autoritarios”, dijo el también exfiscal. Señaló a países como Venezuela, Cuba y Nicaragua como ejemplo del populismo latinoamericano que tiene problemas para superar los indicadores de corrupción que cada año publica Transparencia Internacional.
Herrera presentó su libro en el Colegio de Abogados.
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