Tres videos han circulado recientemente en redes sociales que demuestran el uso por lo menos polémico, sino ilegal, de aviones pertenecientes a la FAB. El primero mostró a la hija de la presidenta Jeanine Añez, Carolina Ribera, en un viaje a Roboré; el segundo, a una diputada tarijeña y su hijo, que luego asistieron al cumpleaños de ésta; finalmente, a una exreina de belleza usando un avión junto al ministro de la Presidencia, Yerko Núñez, que hizo el tramo Santa Rosa-La Paz.
Los tres videos, difundidos por el portal “Detrás de la Verdad”, parecen demostrar que las autoridades del gobierno actual, después de haber criticado durante años los excesos y abusos del régimen de Evo Morales, están cometiendo las mismas faltas.
Veamos los tres casos: Ribera justificó su viaje a Roboré con el hecho de que había entregado alimentos a la población, pero lo que no se entiende es por qué específicamente eligió esa localidad. ¿No debería también viajar a otras? Se debe recordar que Ribera tiene el cargo de directora de la Unidad de Apoyo y Gestión Social de la Presidencia que, aunque es ad honoren, le da la opción de usar vehículos oficiales, tener chofer y otro personal y, por lo visto, un avión a su disposición. No se ve bien.
En el segundo, según la explicación oficial, un avión de la FAB llegó a Tarija y allí, de manera coincidente, estaba la diputada oficialista Ginna Torrez, que aprovechó el vuelo porque necesitaba asistir a la sesión parlamentaria en La Paz. Como tiene dificultad de caminar, dijo, requería la ayuda de su hijo, y viajaron ambos. El problema es que la diputada Torrez, según admitió, no acudió a la sesión, y después ella y su hijo sí asistieron al cumpleaños de Ribera.
El tercer caso es el de la exreina de belleza de Rurrenabaque, Yarakoby Shiraishi, quien viajó a La Paz en otro viaje de la FAB. El ministro Núñez admitió que fue él quien autorizó el viaje de la joven, pero que lo hizo por “razones humanitarias”, debido a que ésta tiene una enfermedad, que no reveló. Dijo que conoce a la familia de Shiraishi.
Si fueran ciertas las explicaciones del oficialismo, resultan otros problemas: ¿Por qué se rechazan los viajes interdepartamentales para el 99% de la población, pero se permite para los amigos de las autoridades? Miles de bolivianos en este momento no podían retornar a sus ciudades de origen porque simplemente no hay viajes aéreos ni terrestres, según las estrictas normas de la cuarentena. ¿Pero una joven exreina de belleza sí lo puede hacer porque sus padres conocen a un ministro?
Hay más: al admitir que Ribera celebró su cumpleaños con personas que viven en otra ciudad, se llega a la conclusión que rompió la cuarentena. Pero no hay sanciones contra ella. En una situación similar, la alcaldesa de Vinto, Patricia Arce, fue acusada de haber bebido chicha en su domicilio durante su cumpleaños, y por ello fue detenida junto a sus hijos. ¿La acusación de romper la cuarentena solo sirve para los opositores y no para los oficialistas? Podemos ir más allá: también se acusó al (¿supuesto?) aliado del gobierno Rafael Quispe de romper la cuarentena y se lo mandó a la Policía. ¿Por qué la hija de la Presidenta tiene otro trato?
El tema de la diputada nos lleva a otro asunto: mientras el ministro de Gobierno, Arturo Murillo, asegura que se le permitió volar a una diputada para que asistiera a una sesión del Legislativo, genera el contraste con otra situación: un grupo de parlamentarios masistas que viajaba por tierra desde Santa Cruz a La Paz fue detenido por la Policía por no tener una autorización de viaje (aunque los legisladores están protegidos por la Constitución, que les da inmunidad). ¿O sea que los parlamentarios del MAS deben viajar por tierra y, encima, se los retiene, y a los del oficialismo se les ofrece un vuelo directo?
Lo peor de todo lo dejamos para el comentario final: las pruebas de coronavirus se transportan desde Tarija por tierra hacia La Paz o Santa Cruz . ¿Y los amigos de la Presidenta viajan por avión? Son demasiadas preguntas sobre la conducta de las autoridades.
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