martes, 1 de agosto de 2017

Zvonko Matkovic: "La etapa de ilusiones murió hace tiempo"


La primera impresión que da Zvonko Matkovic es la de un hombre entero. En la firmeza de su voz, casi no se percibe a un preso sin sentencia al que, en siete años, le negaron el derecho a defenderse en libertad más de una docena de veces.

Acusado por el caso terrorismo, Zvonko (38) está en la cárcel de Palmasola y pese al ‘sabor amargo’ de la última audiencia, en la que otra vez le negaron la libertad, está tranquilo y hasta tiene tiempo para los chistes. “El día que me pregunten qué es lo que más me dolió de la cárcel es que lo hagan orientista a mi hijo”, dice en medio de risas el bluminista que le tiene "cariño" a Destroyers.

En una conversación en exclusiva con EL DEBER, Zvonko hizo un repaso de lo bueno y lo malo de su estadía en la cárcel, de la relación con Milan (el hijo al que dejó de criar cuando era un bebé), y de su deseo de libertad, que –como el mismo reconoce- es menor que su terquedad.

¿Cómo recibiste el resultado de la audiencia?

Ya estoy demasiado curado de este tema, no me arma ni me desarma. Tenía esperanza y que te digan que 'no', obviamente duele, sobre todo por mi hijo de 9 años quien ha tenido que crecer de forma desproporcionada.

¿Cómo fue la noche anterior a la audiencia?

No me ilusioné, esa etapa de ilusiones ya murió hace tiempo. Las primeras veces que me negaban la libertad era devastador, era salir y volver al cuarto a mascar rabia, pero esa etapa ya pasó. Volví con un sabor amargo, pero luego me senté a charlar con los amigos ahí afuera.
Zvonko Matkovic, detenido sin setencia, por el caso terrorismo,
desde hace siete años (Foto: Archivo)

Otros acusados por este caso se declararon culpables y ahora están en su casa. ¿Te has planteado seguir ese camino o vas a insistir en tu inocencia?

Hay gente que tras declararse culpable se fue a su casa con una sentencia de cuatro años. Yo estoy hace más de siete porque sigo diciendo que soy inocente y que me quiero defender en libertad. No les pido nada más, no quiero que me declaren inocente, solo quiero que me dejen defender en libertad.

A veces te dicen ‘declárate culpable y te vas, el que quiere seguir preso sos vos porque si te declaras culpable te vas’. ¿Pero crees que los voy a estar salvando a ellos y que voy a decir que todo lo que yo reclamo es mentira? Hazme el favor. Prefiero pelear por lo que considero que es correcto y no por lo que me conviene.

La desesperación de la gente (que se declaró culpable) los llevó a no poder seguir adelante con una lucha que era justa. No voy a decir si lo hicieron bien o mal porque solo quien está sufriendo esto, sabe cuánto puede aguantar.

¿Y cuánto puede aguantar Zvonko?

Todo lo que sea necesario, no voy a buscar libertad a cualquier precio. Para mí no es más importante estar en mi casa que demostrar que esto estuvo mal hecho.

He comprobado muchas cosas que se hicieron mal en este caso, nosotros hemos hecho huir al fiscal Soza, él dejó una carta diciendo que todo fue armado para destruir a la oposición de Santa Cruz y hay tres personas sentenciadas que confirman lo que Soza hizo. ¿Crees que yo voy a estar firmando un abreviado que dice que soy culpable simplemente por salir de la cárcel? La verdad es que mi terquedad es más grande que eso. No lo voy a hacer.
Con su hijo de 9 años, Milan Matkovic

¿Te ves como un icono de este caso?

Quizás la cara visible, pero no porque yo lo haya buscando sino que las cosas se dieron así; por ejemplo, cuando sale un audio de Marcelo Soza diciendo que le pidió plata a mi padre.

¿Cómo es tu día a día en prisión?

Cuando no hay audiencia viene gente a visitarme, estoy con los muchachos, me siento a charlar y hacemos turnos para preparar el almuerzo, parece un internado. También jugamos billar o veo una película. Es como si el tiempo se detuviera aquí adentro.

Dentro de todo lo malo que puede ser vivir en la cárcel, ¿estás sacando algo positivo?

Por supuesto. Aprendes a relacionarte con todo tipo de personas, haces buenas amistades y, sobre todo, te das cuenta de qué sembraste cuando no estabas acá. A mí me siguen visitando amigos permanentemente y me complace ver que fui querido.
Zvonko junto con su madre y su hijo

¿Cómo es tu relación con tu hijo? ¿te pregunta muchas cosas sobre tu situación?

Él sabe que su padre está peleando una lucha muy difícil por lo que considera correcto y sabe que no me voy a declarar culpable. Cuando viene a visitarme no hablamos de estas cosas, alguna vez me ha preguntado cuándo voy a salir, pero tratamos de aprovechar el tiempo juntos. Es un niño muy sensible y trata de no ponerme mal a mí.

(…) Lo han hecho crecer más de lo que debería, yo entré a la cárcel cuando él tenía poco más de un año, no debe tener ni una sola memoria de lo que fue nuestra vida juntos.

¿Cómo pasas días como Navidad, Año Nuevo o tu cumpleaños?

Nunca los he pasado con él. La Navidad es para los niños y yo no lo quiero traer aquí, dejo que la pase con los abuelos. En Año Nuevo la pasamos entre los que estamos aquí, pero nada tengo que celebrar. Los cumpleaños depende de dónde me toque y se viene todo el mundo, la última vez éramos como 50 personas aquí. La satisfacción más grande que me ha traído este lugar es darme cuenta de que a uno le tienen mucho cariño.

¿Cómo era tu día a día antes de estar aquí?

A los 21 años me gradué de economista y empecé a trabajar en los negocios de familia. Trabajaba en la mañana y en la tarde. A los 25 años me casé, tenía mi familia y estaba empezando nuevos proyectos. Todo se cortó, pero prefiero no pensar en eso porque me voy a enloquecer. Es lo que me tocó, a veces en la vida te toca ganar y otras te toca perder.
El día en el que lo posesionaron como segundo vicepresidente
del Comité Pro Santa Cruz en mayo de este año (Foto: Archivo)

¿Te has puesto a pensar qué vas a hacer el día que estés libre?

Estar con mi hijo y con la gente que nunca me abandonó.

Te han negado la libertad más de 12 veces y estás preso hace siete años sin sentencia pero no se te ve desesperado. ¿Qué puede quebrar a Zvonko Matkovic?

Nada que tenga que ver con esto. Mi padre y madre me dan pena porque son ellos quienes más sufren, eso es lo que más me duele.

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