Cristina Choque, exdirectora de la Unidad de Ayuda a la Gestión Social (UAGS), dependiente del Ministerio de la Presidencia, confirmó ayer en el juicio oral que se le sigue, que visitó la casa de Gabriela Zapata, el 4 de febrero de 2016, por orden directa del entonces ministro Juan Ramón Quintana.
“Fue por orden directa del ministro de la Presidencia (Juan Ramón Quintana) eso quiero que quede claro”, afirmó Choque ayer ante el juez técnico, José Luis Quiroga, y el presidente del Tribunal, Iván Perales.
El motivo de esta aclaración, ante el Tribunal, fue por el testimonio que dio el exabogado de Zapata, Fernando Cortez Flores, uno de los tres testigos de descargo que presentó ayer la exgerente de la China CAMC.
Luego de prestar el juramento de ley, la Fiscalía interrogó a Cortez sobre a quienes reconocía en la audiencia, y el abogado señaló a Choque, a quien dijo haber visto en dos oportunidades en la casa de Zapata, en la selecta urbanización de la Rinconada, en el trayecto a Mallasa.
Si bien Choque admitió haber estado presente, aseguró que una de esas visitas la hizo por orden de Quintana, aunque no detalló los motivos.
ZAPATA
Sin embargo, en anteriores oportunidades, Zapata manifestó que Choque estuvo presente para hacer que ella declare y realice un desmentido sobre la relación que mantuvo con el presidente Evo Morales.
Luego que se conoció la relación entre Zapata y Morales, el cuatro de febrero de 2016, desde la unidad de comunicación de Palacio se informó que Zapata daría una conferencia de prensa en el hotel Presidente, y pese a que ella se encontraba en el lugar, no se presentó ante los medios de prensa.
Zapata asegura que fue llevada al hotel por el ciudadano chino Shen, quien en ese momento, además de ser ejecutivo de la China CAMC, era su pareja. La exejecutiva explicó en la audiencia de ayer que recibía presiones de Quintana, como lo manifestó Choque y, por el otro lado, su entonces abogado y también expareja Walter Zuleta, por el contrario, le dio un mal consejo e impidió que declare.
Choque afirma, con base en los registros de ingreso a la Unidad de Gestión Social, que había cortado relación con Zapata, y que había dejado de asistir a su oficina desde 2014, luego de un incidente con los propios funcionarios, a quienes Zapata prestaba dinero y a los que también les vendía productos de belleza de catálogos.
SUÁREZ
Por otro lado, declaró ayer otro amigo de Zapata, Gari Suárez, quien reside en Santa Cruz, y la niñera Roxana Carlo Calle.
Para el fiscal Daniel Ayala, esas declaraciones no tienen pertinencia, ya que no establecen ningún punto de referencia para desmentir lo que ya se tiene establecido por otros testigos y documentos, como es el uso indebido de bienes del Estado, puesto que ella citaba a empresarios para recibir sus proyectos en la UAGS.
El juicio proseguirá el martes de la próxima semana, cuando se espera que continúe la declaración de parte de los 27 testigos de descargo propuestos por Zapata, entre los cuales se tiene a los ministros de Minería, Cesar Navarro, y de Obras Públicas, Milton Claros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario