Durante diferentes gestiones de presidentes que administraron una de las empresas más grandes del país, como lo es Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), se han visto envueltas en distintos hechos de corrupción que salpican a muchas personas que supuestamente estuvieron involucradas, tal como este último caso de la compra de los taladros a la empresa Drillmec. Los escándalos que agobiaron a la empresa petrolera estatal se refieren a contratos lesivos contra el Estado, uso indebido de influencias, enriquecimiento ilícito, accidente de tránsito, atraco y asesinato del empresario tarijeño Jorge O'Connor D'Arlach, robo de llantas y baterías, red de corrupción con contratos para la unidad de comunicación, el caso de las narcocisternas, entre los más sobresalientes.
Los casos más sonados. En el año 2006, en la gestión de Jorge Alvarado, fue obligado a renunciar por denuncias de haber realizado supuestos contratos ilegales y lesivos contra el Estado, los cuales significarían la pérdida de $us 39 millones para las arcas del Estado. Antes de que inicie cualquier investigación, fue designado embajador en Venezuela.
En el año 2007, durante la gestión de Manuel Morales, fue muy sonado el caso de los 44 contratos petroleros irregulares con múltiples errores, mediante negociaciones secretas que entabló con las petroleras. En el 2008 la gestión de Guillermo Aruquipa, fue vinculada por hechos de nepotismo y contratación de personal aparentemente ilegal, por lo que se vio obligado a presentar su renuncia.
Posteriormente en 2009, Aruquipa fue aprehendido por los delitos de tráfico de influencias, asociación delictuosa, por conformación irregular de la sociedad mixta entre Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos y el Servicios e Industrias Petroleras S.A. (YPFB-SIPSA). La gestión de Santos Ramírez fue una de las más criticadas, ya que en su contra se abrieron 12 casos por corrupción, como los casos de Sipsa y Catler. En el primero se ordenó la conformación irregular de la empresa YPFB-Sipsa y suscripción de contrato de recalificación de garrafas. En el segundo caso, Ramírez fue acusado por corrupción en la adjudicación de obras a la empresa Catler Uniservice, encargada de la construcción de la Planta Separadora de Líquidos (Río Grande - Santa Cruz); por este hecho fue condenado a 12 años de cárcel.
También resaltan otros 10 casos con diferentes denominaciones. En la gestión de Santos Ramírez, que fue el presidente que más duró en su cargo, resaltan hechos de corrupción por funcionarios de YPFB, como es el caso de Gerson Rojas, quien fue destituido por haber cometido delitos de uso indebido de bienes del Estado y enriquecimiento ilícito. Otra situación irregular se desata por el robo de 144 llantas de YPFB, el cual fue denunciado por vecinos de la ciudad de El Alto. En Santa Cruz hubo un caso similar cuando se perdieron 146 llantas nuevas y cuatro baterías UPS (Sistema de Alimentación Ininterrumpida) de los galpones de la Vicepresidencia Nacional de Operaciones (VPNO) y del galpón de activos fijos de YPFB.
Pero el caso más relevante fue sin duda el de la unidad de comunicación de YPFB. En este caso se denunció la formación de una red de corrupción que operaba al interior de la petrolera, por el que seis personas relacionadas con la Unidad de Comunicación de YPFB y de almacenes de la subsidiaria Chaco fueron aprehendidas. Ya en el 2015 en la gestión de Guillermo Achá se destapó el hecho de corrupción de las "narco-cisternas". El caso fue denunciado por el diputado opositor Tomás Monasterios, quien informó que la justicia argentina había encontrado droga en los camiones de una empresa contratista de YPFB. La empresa es CRETA SRL, propiedad del empresario Juan Carlos Sejas, que administraba una flota de alrededor de 300 camiones cisternas. Ahora nuevamente la gestión de Achá se ve involucrada en un hecho de supuesta irregularidad por la compra de tres taladros con sobreprecio.
Punto de vista
Humberto Vacaflor
Analista Político y Económico
"Ha habido un festín de corrupción en los últimos 11 años "
"Esto de los taladros es la punta del ovillo para descubrir las atrocidades cometidas en la corrupción de YPFB que son realmente muchas. En realidad faltaría por investigar los grandes casos de irregularidades, de corrupción en las adquisiciones de la plantas como de Bulo Bulo, de Yacuiba, estamos hablando de miles de millones de dólares, estos taladros son mínimo. Me parece que solo estamos mirando un árbol y nos estamos perdiendo de ver el bosque que son muchos casos de corrupción de YPFB, por ejemplo la perforación de Lliquimuni de La Paz ¿qué pasó con esto?, se ha gastado más de 300 millones de dólares para nada. El propio Santos Ramírez, que está preso, denuncia que cuando él era presidente de YPFB la planta de Río Grande tenía que costar 60 millones de dólares y resulta que dos años después subió a $us 200 millones, esto es mucho incremento. No sé si los actuales parlamentarios de oposición podrán investigar porque es realmente un festín de corrupción que ha habido durante los últimos once años".
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