Un ‘Pitbull’ contra ‘Batman’. Carlos Subirana contra Otto Ritter. Ese será un clásico de la política local de acá hasta el 12 de octubre por más que no compitan para ser diputados por la misma circunscripción. Ritter es abogado del general Gary Prado en el caso Terrorismo y apunta a Subirana como un extorsionador del caso. Subirana es cercano al poder, niega cualquier implicación y desafía que le demuestren que se quedó con un peso. Revela, además, que el Gobierno lo investigó más de 10 veces a través de Unidad de Investigaciones Financieras y no descubrió nada.
Los contrincantes también tienen su cuota de histrionismo. Como candidato a concejal, Ritter, falangista de toda la vida, se disfrazó de Batman para ‘luchar contra la corrupción’. Subirana, por su parte, es conocido como ‘el pitbull’ en las internas del MAS. Él explica por qué: “Hace mucho tiempo le pedí a la cúpula de La Paz, que me ayude con los derechos civiles de algunas personas. Les dije que si me ayudaban iría a Achacachi a jurar con mi poncho rojo al MAS. Y les dije: “Ustedes van a comprar, a adquirir, un buen pitbull”. Entonces empecé a hacer mi trabajo de mejor manera y me di cuenta de que uno puede ayudar a la gente mucho más cuando está adentro”.
Ahora Subirana ha comenzado a citar más nombres de empresarios supuestamente involucrados en la financiación del presunto grupo terrorista de Eduardo Rózsa, al mismo tiempo que Ritter asegura que este caso es clave en la política local, porque convenció a los empresarios de no involucrarse, ni financiar a políticos por miedo al Gobierno
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