Bartolinas se proponen lograr la libertad de Julia Ramos en 2017

La detención preventiva que pesa sobre Julia Ramos, ejecutiva vitalicia de la Federación de Mujeres Campesinas Indígenas Originarias “Bartolina Sisa” de Tarija, es ya un tema que la organización ha asumido como un tema orgánico, por lo que en 2017 se continuará con el apoyo para lograr la ansiada libertad de la líder campesina.

El juez anticorrupción de la ciudad de El Alto – La Paz, Ricardo Pinto, determinó el 1 de diciembre del 2015 la detención preventiva de la exministra, Julia Ramos, en el Centro de Orientación Femenina de Obrajes, por presuntos manejos irregulares en ocho proyectos “fantasma” financiados por el ex Fondo Indígena. La ex autoridad es investigada por los supuestos delitos de contratos lesivos al Estado, enriquecimiento ilícito de particulares con afectación al Estado y favorecimiento al enriquecimiento ilícito, entre otros.
El 5 de octubre del 2016, Ramos compareció nuevamente ante la justicia tras varias audiencias suspendidas, en medio de una expectativa positiva al haber cumplido la imputada las garantías procesales para acceder a una medida precautoria menos gravosa, como es la detención domiciliaria en Tarija, sin embargo se le negó la petición por lo que continúa en prisión.
Adriana Flores, una de las fundadoras del movimiento en Tarija, que ahora funge como secretaria de Desarrollo Productivo de la Confederación Nacional de Mujeres Bartolina Sisa, manifestó que visitó hace algunas semanas a Ramos, quien indicó se encuentra sobrellevando esta etapa difícil de su vida.
Explicó que desde el nivel departamental hasta el nacional, las Bartolinas se han pronunciado sobre el caso mediante cartas, pero aún no se habla de asumir huelgas o manifestaciones, pues existe una postura general de no entorpecer las investigaciones por lo que hay que esperar la determinación de la justicia.
“A nosotras como Bartolinas nos ha llegado esta situación, como mujeres dirigentes hemos llevado un área económica y financiera, tratamos de hacer lo mejor, pero al parecer hay profesionales que asesoran mal. Hasta el momento no hay nada concreto, para nosotros la justicia se está retardando. Para el 2017 hay sorpresas en este caso que en su debido momento se darán a conocer. Hay que tener fe en Dios que es el juez de todos, y será quien logre que la hermana Julia salga libre de todo”, expresó Flores.
Por su parte una de las dirigentes más antiguas de las Bartolinas, Felisa Cruz, recordó que en el último congreso realizado el pasado 21 de octubre en Tarija, las líderes campesinas de los 11 municipios decidieron ratificar como ejecutiva vitalicia de la organización a Julia Ramos, siendo además otra de las determinaciones exigir al Ministerio Público de la ciudad de La Paz agilizar la investigación para dilucidar responsabilidades.
“Cuando alguien está preso tiene que estar ahí, ese es el poder de la justicia que tenemos en Bolivia, pero no hay un operativo minucioso que dé soluciones al problema inmediatamente, debería ser así. Hemos notado todo el año un bajón terrible de la justicia, no solo a ella, sino a muchas compañeras y compañeros que están sufriendo por esta demora. Creo que aquí muchos del MAS tienen miedo hablar de ella, miedo de defenderla, pero Felisa Cruz siempre lo va a hacer”, expresó.
En ese marco, manifestó no hay voluntad de instituciones como Derechos Humanos o el Defensor del Pueblo para hacer un seguimiento al tema, empero remarcó que ya es orgánico y se tratarán los próximos pasos en el congreso de marzo del 2017, ya que no descansarán hasta lograr que Ramos esté libre, o al menos en su casa de Tarija, donde dijo la esperan sus dos hijos, su esposo y toda su familia.

Morales y el silencio ante el Fondo Indígena

En octubre Ramos afirmó que los indígenas prepararon un decreto alternativo para subsanar las irregularidades que existían en el ex Fondo Indígena pero no fueron escuchados. En una reunión del directorio indicó que se comunicó al presidente Evo Morales de los problemas que afrontaba si es que seguían aprobando más proyectos y para subsanar ese error los indígenas sugirieron la promulgación de un Decreto Supremo pero al no hacerlo ahora se viven las consecuencias de esa irresponsabilidad.