miércoles, 25 de enero de 2017

Bolivia desciende en el ránking de corrupción


Bolivia cayó 14 puestos en el índice internacional de corrupción y se ubica ahora en el puesto 113 del mundo, de 176 países analizados. Estaba en el lugar 99 en el índice del año pasado en el ránking de corrupción de Transparencia Internacional.

Según el estudio de la entidad, Cuba que se ubica en el puesto 60, Brasil (79), Panamá (87), Colombia (90), Argentina (95), El Salvador (95) y Perú (101).

En los puestos 21 y 24, Uruguay y Chile aparece como los países menos corruptos de América Latina.

Entre 176 países encuestados, los más corruptos de la región, según el ránking de TI, son: Venezuela (166), Haití (159), Nicaragua (145) , Guatemala (136), Paraguay (123) y México (123).

Como era de esperar, los países nórdicos -- Dinamarca (1º, junto a Nueva Zelanda), Finlandia (3º), Suecia (4º), Noruega (6º)-- ocupan lo más alto de la clasificación.

En lo más bajo de ella figuran países asolados por conflictos como Somalia (176º y último), Sudán del sur (175º) o Siria (173º).

La ONG anticorrupción Transparencia Internacional (TI) advirtió contra la "corrupción sistémica" y la "desigualdad social" que generan un "contexto propicio para que se impongan los políticos populistas", y criticó los primeros pasos del presidente estadounidense Donald Trump.

"Durante 2016 vimos que en todo el mundo la corrupción sistémica y la desigualdad social se refuerzan recíprocamente, y esto provoca decepción en la gente hacia su clase política", indica en un comunicado esta ONG basada en Berlín, que publica su nuevo "Índice de percepción de la corrupción 2016".

Desigualdad y corrupción generan "un contexto propicio para la emergencia de populismos", asegura TI, que evalúa a 176 países.

Los casos de corrupción a "gran escala", como los de "Petrobras y Odebrecht en Brasil (...) muestran cómo la colusión entre empresas y políticos arrebata a las economías nacionales miles de millones de dólares de ingresos que se desvían para beneficiar a unos pocos, a costa de la mayoría".

"Este tipo de corrupción --prosigue la ONG-- a gran escala y sistémica redunda en violaciones de derechos humanos, frena el desarrollo sostenible y favorece la exclusión social".

Por ello, la puntuación de Brasil (79ª posición) en el índice de percepción de la transparencia ha descendido significativamente en comparación con cinco años antes, tras "la revelación de sucesivos escándalos de corrupción en los que se vieron envueltos políticos y empresarios de primera línea".

Sin embargo, prosigue TI, "el país ha demostrado este año que, mediante el trabajo independiente de los organismos encargados de la aplicación de la ley, es posible exigir que rindan cuentas personas que antes se consideraban intocables".



Autócratas y populistas

"En países con líderes populistas o autocráticos, a menudo vemos democracias que retroceden y un patrón alarmante de acciones tendientes a reprimir a la sociedad civil, limitar la libertad de prensa y debilitar la independencia del poder judicial. En vez de combatir el 'capitalismo clientelista', estos líderes por lo general instalan sistemas corruptos incluso peores", afirma José Ugaz, presidente de TI.

Según TI, las puntuaciones de Hungría y Turquía -dos países donde están en el poder líderes autocráticos- descendieron en los últimos años. En cambio, "la puntuación de Argentina, que ha dejado atrás un gobierno populista, está comenzando a mostrar mejoras" (95º), según el comunicado de TI.

TI observa asimismo con recelo los inicios del nuevo presidente estadounidense Donald Trump, que asumió el cargo el pasado viernes: "Sus primeros pasos no son prometedores. Cuando vemos que ha nombrado a su yerno (Jared Kushner) alto consejero de la presidencia, eso no es una buena señal" opina Finn Heinrich, director de investigación de Transparencia.

"Si él (Trump) respeta su promesa de combatir la corrupción, creo que Estados Unidos --en el puesto 16º en 2015, en el 18º en 2016-- puede mejorar".

Pero según los inicios de su presidencia "tememos que haya un retroceso". Trump "no necesita combatir a la prensa, nombrar a gente con la que va a tener conflicto de intereses, ni ser opaco con sus impuestos", agrega el directivo.

Cada año, TI establece la lista de los países en función de una escala que va de cero a 100, de los más corruptos a los más virtuosos, según los datos recogidos por 12 organismos internacionales, entre ellos el Banco Mundial, el Banco africano de Desarrollo o el Foro Económico mundial.

Cae América Latina

Alejandro Salas, director de TI para las Américas, lamentó en declaraciones a Efe la caída general de los resultados de América Latina y destacó la evolución de cuatro países: México y Chile, por su comportamiento negativo, y Argentina y Brasil, por sus avances.

El caso de México "sorprende" no tanto por la caída como por su magnitud, indicó Salas, que señaló que sus resultados se explican por "la combinación de tres factores".

En el país se suman "uno tras otro" sonoros escándalos, como el de "la casa blanca", los "estudiantes de Iguala" o "el gobernador de Veracruz"; faltan avances en las reformas del presidente Enrique Peña Nieto para combatir la corrupción; y la justicia, que "casi no castiga a nadie", resulta ineficaz.

Chile, apuntó el director de TI para las Américas, sigue siendo un referente de transparencia para la región, pero sus datos empeoraron el año pasado, lo que es "una mala noticia para todos" por haber sido durante año un "ejemplo".

Su caída se explica por los "casos simbólicos" de "escándalos relacionados con la familia" de la presidenta chilena, Michelle Bachelet, y otros de "financiamiento" de partidos por parte de "grupos muy poderosos".

Argentina destacó por mejorar sus resultados en cuatro puntos, el mayor avance de la región, señaló Salas.

A su juicio, es una "noticia positiva" la evolución de un país enclavado en la parte baja del ránking tras un década con los Kirchner, gobierno "muy cuestionados" por el "populismo", la "corrupción", las "prebendas y el amiguismo".

A su juicio, el cambio está relacionado con la llegada a la presidencia de Mauricio Macri, algo que "no es cuestión ideológica", sino el reflejo de una "nueva agenda, más realista" y de la puesta en marcha de medidas impopulares, pero "que al país le hacían tanta falta".

Brasil, "que venía cayendo sistemáticamente desde 2012", también experimentó una "pequeña mejora" que se puede explicar por el "muy buen trabajo" de fiscales, policías y jueces para investigar los grandes casos de corrupción del país, como Petrobras o Odebrecht, y acabar con la sensación de impunidad previa.

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