El mecánico de aviación Juan Carlos Guedes, acusado de ser el nexo básico en la provisión de armamento en una conspiración que planeaba actos terroristas y un alzamiento armado para derrotar al ejército nacional y crear una nueva República, se jactó este martes de haber vendido un arma inservible a quien supuestamente comandaría esa campaña sediciosa.
"Cómo quisiera que estuviera vivo y me enjuiciara por estafa", dijo este martes ante el tribunal que lo juzga junto a otros 38 acusados. Guedes subrayaba una contradicción de la tesis oficial, pues resultaría poco verosímil que un comandante militar experimentado no se percatase que el arma que se le vendía era inservible. Guedes dijo que había pagado por ella 300 dólares y la vendió en 1.200 dólares.
Guedes había anunciado "sorpresas" el lunes al reanudar su declaración. Pero gran parte de la sesión fue consumida con su relato de acápites anteriores del caso, entre ellos expresiones de los fiscales. Recordó que el fiscal Sergio Céspedes había protestado por un permiso que le había concedido el juez Sixto Fernández y que llegó a decir que quería ser él mismo enjuiciado por terrorismo porque "los privilegios para los terroristas son buenos". "A usted le temblaron las rodillas", le dijo al juez.
Los sarcasmos frecuentes de Guedes llevaron al juez Fernández a decirle que estaba ante un tribunal y no en un diálogo privado con el juez.
Guedes, de 55 años, preguntó al juez Sixto Fernández que pasaría si presentase un video con imágenes que identificarían a quienes colocaron armas en el stand de COTAS de las que luego la Policía responsabilizaría a los ahora acusados. No quedó claro si el video estaría disponible y si pretendía anunciarlo formalmente en el curso de su declaración.
El caso se arrastra por casi cinco años, desde la incursión policial en el Hotel las Américas de Santa Cruz y la muerte a balazos de Eduardo Rózsa Flores (boliviano-croata), Arpad Magyarosi (húngaro) y Michael Dwyer (irlandés) el 16 de abril de 2009.
Guedes es el cuarto en declarar desde mayo, cuando la serie fue abierta por Mario Tadic Astorga seguido de Ëlod Tóásó e Ignacio Villa Vargas, "El Viejo".
El acusado reclamó por su arresto, que lo consideró como ilegal, y preguntó al juez si no era suficiente para mostrar esa ilegalidad la incursión de una fuerza especial de la Policía sin una orden y en ausencia de un fiscal, así como el que los cadáveres de los presuntos sediciosos tuviesen las manos amarradas, lo que habría demostrado, dijo, que fueron capturados vivos y luego ejecutados. También reiteró que la versión oficial habló de "enfrentamiento" que habría durado 32 minutos, mientras que las pericias habían verificado sólo medio centenar de balazos no obstante que las armas mostradas en el stand de COTAS tenían capacidad hasta de 800 disparos por minuto. "Los pasillos y las habitaciones habrían estado cubiertas de casquillos", dijo.
Guedes pidió al juez "marcar la diferencia" en la justicia y decretar su inocencia. Instó también al juez a darle la pena de cinco años por "levantamiento armado", que le permitiría salir en libertad pues ya lleva casi cinco en prisión.
La sesión fue suspendida hasta el jueves, debido a una acción de libertad que será dirimida en la tarde. El miércoles es feriado. En el curso de la semana se espera conocer el resultado de una junta médica que debía evaluar la salud del ex gerente de COTAS, Ronald Castedo, para decidir si está en condiciones de continuar en el juicio.
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