El ministro de Gobierno, Carlos Romero, admitió ayer que Julkar Gabriel Zeballos, acusado de ser el autor de grabar conversaciones del exfiscal Marcelo Soza y de la oposición, trabajó en la Policía Boliviana.
"Lo conozco a Julkar, no trabaja en planta, digamos, porque él ha trabajado en la Policía, ha trabajado en investigación criminal, ha hecho trabajos fenomenales, yo no sé cuál fue la intervención que tuvo o no en ese momento en el caso de las diligencias del caso separatismo”, dijo la autoridad.
Soza, refugiado en Brasil desde marzo de este año, en su declaración que presentó al Consejo Nacional para Refugiados (Conare) afirmó que Julkar Gabriel Zeballos fue quien grabó sus conversaciones, en el que relata que funcionarios de Gobierno estaban implicados en el caso de extorsión a los acusados de terrorismo.
"Yo informé al ministro (de la Presidencia Juan Ramón) Quintana que este funcionario me estaba grabando y nunca hicieron nada para evitar este hecho, lo que me ratifica que él (Julkar Zeballos) fue enviado por el Gobierno expresamente”, se lee en una parte de la declaración que presentó Soza, al Conare Brasil, el pasado 25 de abril, acompañando 118 pruebas.
Mientras el exdirector de Régimen Interior, Boris Villegas, detenido preventivo en el penal de Palmasola de Santa Cruz, aseveró que Julkar Zeballos, es un agente del viceministro Jorge Pérez y que fue el que grabó conversaciones de la oposición, como a la diputada Marcela Revollo, en 2012 cuando se desarrollaba la marcha indígena.
Romero explicó que Julkar dirigió investigaciones en su gestión y contribuyó técnicamente en casos claves, como el de los cogoteros de El Alto y de los secuestradores de Santa Cruz.
"En los dos caso he consultado a Julkar y yo siempre he dicho que es un fenómeno para los temas informáticos. Puedo decir que trabajó en mi gestión como ministro y reitero que él trabajaba en la Policía cuando dirigía Inteligencia el coronel (Víctor Santos) Maldonado y continúo apoyando en el caso de los secuestradores y creo que después de eso tenía un trabajo como particular y creo que le iba mejor”, manifestó el ministro Romero.
El ministro aseveró que el Gobierno no hace espionaje a nadie porque no va con sus principios éticos, pero si existió espionaje antes de que asumiera la cartera de Estado será Boris Villegas, quien responda. "Reitero Julkar me hizo las triangulaciones de los cogoteros con llamadas telefónicas y similar trabajo realizó en el caso de los secuestradores, que incluso me dio el lugar donde estos se encontraban, para ese tipo de situaciones lo convocaría cuantas veces quiera pero para espionaje no”, señaló.
Apuntes de Soza
Grabación "El Ministerio de Gobierno mandó a uno de sus agentes que trabajaba conmigo (Julkar Zeballos), quien me grabó conversaciones de evaluación del caso que hacíamos con él. Yo conocía por mis funciones que el Ministerio de Gobierno disponía de equipos y gente entrenada para grabar conversaciones de políticos de oposición y también del propio Gobierno incluido el presidente del Estado (Evo Morales) y conocía como funcionaba ese procedimiento. Este equipo es dirigido por el viceministro Jorge Pérez”, indica parte del documento que presentó Soza al Conare de Brasil.
Intensión "Estas grabaciones tenían en el propósito de desprestigiarme y sacarme del caso porque nunca accedí a los pedidos de Romero”, dijo.
Excívico dice que Raúl García Linera daba órdenes
Página Siete / La Paz
El exdirigente cívico de Villamontes (Tarija), Felipe Moza, reveló en entrevistas con El Nacional y radio Erbol que el hermano del vicepresidente Álvaro García Linera estuvo al mando de su detención el 28 de noviembre de 2008, en la ciudad de Santa Cruz.
"Quiero que quede bien claro, el que hizo el acuerdo para que nos entreguemos fue Reynaldo Bayard. Él nos dijo ‘mirá el es el hermano del vicepresidente, el es Raúl García Linera’ en Santa Cruz. Él daba las órdenes cuando llegamos a El Alto”, manifestó Moza.
El excívico salió el 5 de este mes del penal de San Pedro después de cinco años, seis meses y ocho días con detención preventiva por el delito de "peligro de estragos” , tras se acusado de hacer explotar la válvula de un ducto de gas en septiembre de 2008.
Él informó que ese año se encontraba oculto junto a otras siete personas en un lugar cercano a la frontera con Paraguay y Argentina cuando el entonces presidente del Comité Pro Intereses de Tarija, Reynaldo Bayard, les dijo que "todo estaba arreglado porque habló con el segundo hombre del país”.
"Entonces (Bayard) hace que nos entreguemos en Santa Cruz. Bayard baja del auto y habla con una persona de mediana estatura y pelo largo, vuelve a subir y nos dice que ‘mirá, el es hermano del vicepresidente, es Raúl García Linera”, cuenta Moza.
Después, según él, fueron hasta otra calle donde estaba también el exdirector de Régimen Interior del ministerio de Gobierno, Boris Villegas; exasesores jurídicos del ministerio de Gobierno, Dennis Rodas y Fernando Rivera; el exdirector de Régimen Interior, Luis Clavijo (involucrados en la red de extorsión); y el exdirector de Seguridad Ciudadana, Carlos Núñez del Prado (difunto). Ignacio Villa (El Viejo), y el exfiscal Marcelo Soza denunciaron estos hechos.
Exfiscal Soza dispuesto a ser testigo ante europeos
El exfiscal Marcelo Soza expresó su disposición de testificar ante funcionarios europeos que el ciudadano irlandés Michael Dwyer no murió en un fuego cruzado con la Policía, porque estaba desarmado, cuando falleció en la violenta incursión ejecutada por la Unidad Táctica de Resolución de Crisis (UTARC) en el hotel Las Américas, la madrugada del 16 de abril de 2009 en Santa Cruz.
Soza concedió una larga entrevista al periódico irlandés The Irish Times que hace seguimiento a las investigaciones por la muerte de Michael Dwyer, acusado por el gobierno boliviano de ser miembro del supuesto grupo terrorista de Eduardo Rózsa y Arpád Magyarosi, quienes también murieron en el mismo operativo policial.
De acuerdo con el matutino irlandés, Soza rechazó la teoría ofrecida por la Policía Boliviana sobre un enfrentamiento a fuego cruzado y acusó a altos funcionarios en Bolivia de tergiversar y luego de manipular su propia investigación, de lo cual dijo estar dispuesto a testificar ante funcionarios europeos.
El exfiscal se reunió en pasadas horas en Brasilia con la madre de Michael Dwyer, la señora Carolina, a quien habría hecho algunas revelaciones importantes, que podrían servir de prueba en un eventual proceso en contra del Estado boliviano, a solicitud de los familiares que prometieron limpiar el prestigio y el nombre de su hijo. La señora Carolina ya habría retornado a Irlanda para transmitir la información obtenida a funcionarios de su gobierno en la esperanza de que la Unión Europea a través de sus instancias correspondientes, se pronuncien de manera más enérgica para que la justicia aclare las circunstancias de la muerte de Michael Dwyer.
Soza en su declaración ante el Consejo Nacional para Refugiados (Conare) de Brasil aseguró que por los datos de balística y autopsia realizada, se evidenció que no hubo una confrontación en el hotel, y que Dwyer presentó seis impactos de bala en el tórax y abdomen.
La familia sospecha que fue rematado por la espalda cuando se encontraba tendido en el piso. En opinión de Soza, no era necesaria tanta violencia porque las tres muertes pudieron ser evitadas, debido a que los tres acusados de supuesto terrorismo, caminaban por las calles e incluso asistían a eventos sociales donde pudieron ser detenidos para facilitar la investigación y conocer las circunstancias en que fueron traídos a Bolivia. (ANF)
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