lunes, 14 de enero de 2013

El Caso Ostreicher pone en aprietos al Gobierno pero no demuestra flaqueza. Así lo hizo en otros escándalos y salió airoso

El gobierno del presidente Evo Morales ha perdido algunas batallas en su afán de mantener su hegemonía de poder frente a los opositores y se ha visto envuelto en varios escándalos de corrupción, siendo el más grave el del caso Ostreicher, pero eso no afectará al final en su pretensión de volver al poder por tercera vez o segunda como dice el oficialismo, aunque le llevará cuesta arriba recomponer el aparato represivo con el que había mantenido a raya a los que piensan diferente, según opinan analistas políticos.

El sociólogo Fernando Untoja explicó que en una primera etapa el gobierno de Morales elaboró un plan para "judicializar y delincuencializar" a los opositores de todas las regiones. De esa manera logró que algunos sean suspendidos del cargo como los alcaldes de Potosí y Sucre y los gobernadores de Tarija y Beni y consiguió que otros salgan del país por la falta de garantías porque fueron sindicados de terroristas, separatistas y corruptos.

En la segunda etapa tomaron el poder total en la Asamblea Legislativa Plurinacional y entonces elaboraron normas que al final concluyeron con el control en los otros poderes, entre ellos el electoral y principalmente el judicial, al que utilizaron como brazo persecutor hasta que los abogados que trabajaban con las "causas del Estado" se malearon y aprovecharon para extorsionar destapándose así la corrupción y la injerencia que ejercía el Ejecutivo sobre jueces y fiscales.

Los casos se desploman. En este periodo, el Tribunal Constitucional anula el delito de desacato y deja sin efecto la retroactividad de la Ley Marcelo Quiroga, ambas usadas para enjuiciar a una treintena de opositores. Luego el Tribunal Supremo de Justicia anula una sentencia contra el suspendido alcalde de Potosí, René Joaquino. "Se le van cayendo los casos como galletas porque fueron fabricados", dice Untoja.

A reflexionar. El presidente del Colegio Nacional de Abogados, Marcelo Arrázola, dice que la injerencia política a jueces y fiscales se hizo tan evidente de parte de los abogados que tenían amplios poderes otorgados por los ministerios de Gobierno y Presidencia que estos hacían lo que a estos se les antojaba y así se fueron formando las redes de corrupción.
¿Qué queda ahora?, que jueces y fiscales aprendan la lección y piensen dos veces antes de aceptar cualquier presión, por eso cree que ahora será más difícil para el Gobierno querer imponer algún fallo contra sus adversarios políticos.
Por este caso, están detenidos el entonces fiscal de distrito de Santa Cruz, Isabelino Gómez, la fiscal Janeth Velarde y Roberto Carlos Achá y se abrió causa contra el vocal Zenón Rodríguez y el juez Wilson Arévalo, además de procesar al presidente del Tribunal Departamental de Justicia, mario Ariel Rocha, prófugo.

Momento político difícil. Con los cuatro abogados presos Fernando Rivera, Denis Rodas, Boris Villegas y José Manuel Antezana presos que se encargaban de manejar los casos contra los opositores la investigación amenaza con salpicar a tres ministros, Carlos Romero, Nardi Suxo y Juan Ramón Quintana.
El diputado del Movimiento Sin Miedo, Fabián Yasik anuncia que iniciarán juicio contra los tres ministros por incumplimiento de deberes, pero son pocas las esperanzas que el caso prospere porque de todas maneras los jueces y fiscales han sido nombrados por este gobierno.
Indicó que ahora, como siempre buscan enemigos, culpan a Estados Unidos de usar el caso Ostreicher para desprestigiar a Evo Morales.

El núcleo está intacto. La politóloga Jimena Costa dice que a pesar de las batallas perdidas o el retroceso con la Ley de Extinción de Dominio de Bienes del Estado, el aparato represor del Gobierno, desde donde se desbordó la presunta red de extorsión, se mantiene intacto en torno a los ministerios políticos de Gobierno y la Presidencia y no dudarán en activarlo si alguien se interpone al fin: Evo presidente 2014.

No afectará. El diputado masista Franklin Garvizú minimizó las observaciones e indicó que por encima de todo, Evo Morales se mantiene con una aprobación del 55% y que ni analistas ni opositores conocen la realidad, por eso no tiene opositores.
"Es el vecino o el campesino que ve que las obras o los cambios, el que sabe", dijo.

Punto
de vista

"Después de Ostreicher reasumirá su hostilidad"

Víctor Hugo Cárdenas
Exvicepresidente de Bolivia

"Yo creo que después del caso Ostreicher el gobierno del presidente Evo Morales recompondrá su maquinaria represora y aunque ha defendido a muerte a sus ministros puede, que si mucho le aprieta el zapato, termine sacrificando a alguno de ellos como lo hizo con el caso Catler que le implicó la salida de Santos Ramírez, uno de los hombres fuertes del masismo o puede hacerse el de la vista gorda como pasó con el otro escándalo de YPFB que amenazó al presidente de esa estatal petrolera y que solo caigan los mandos medios. El gobierno de Morales no tiene mentalidad democrática y lo ha demostrado en estos siete años que todos los que se han opuesto a su pensamiento o determinadas políticas han terminado presos, enjuiciados, autoexiliados u obligados a transar. Posteriormente aprovechando el aparato mediático que tiene se dedica a ocultar o minimizar los escándalos y a resaltar la supuesta gestión que hace.

Lo cierto es que con el caso de extorsión de la red de corrupción el gobierno de Morales ha perdido la cuarta máscara: la ética, porque la primera fue la popular con el gasolinazo, la segunda la indígena con la represión en Chaparina y la tercera fue la democrática o la independencia de poderes con la manipulación en la elección de jueces que junto a los fiscales se convirtieron en su principal brazo político represor de opositores.

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