La exjefa de Unidad de Comunicación de YPFB, Selva Camacho, declaró ayer a los medios de prensa que hay nexos de “una verdadera red de corrupción” entre funcionarios de la estatal petrolera y la jefa de gabinete del Ministerio de Culturas, Iris Villegas, esposa del presidente de YPFB, Carlos Villegas.
Ya en mayo de 2013 se conoció que la esposa de Villegas trabajaba en Culturas. Al cumplir siete días de su detención en celdas judiciales, acusada de conformar una red de corrupción en YPFB, Camacho indicó que Iris Villegas y Gerson Camacho, director nacional de Seguimiento a la Gestión Empresarial de Subsidiarias de YPFB, escogen empresas y definen la contratación de publicidad, con el visto bueno de Carlos Villegas.
En conferencia de prensa, Villegas aseveró ayer que entre YPFB y Culturas existe sólo una relación “diáfana”, enmarcada en el convenio de cooperación recíproca firmado en 2012, del cual sólo se concretó una actividad por 9.700 bolivianos destinados a pagar los honorarios del artista boliviano Gastón Ugalde, por pintar un mural para el edificio de Redes de Gas de la estatal petrolera, en El Alto.
Villegas volvió a rechazar las acusaciones de acoso sexual, hechas por Camacho, y anunció que se determinó crear una Gerencia Nacional de Contrataciones, que se encargará de negociar y firmar los contratos de compra y prestación de servicios de YPFB para evitar hechos de corrupción, como el caso que se investiga.
Por su parte, la ministra de Comunicación, Amanda Dávila, afirmó ayer que el Gobierno “pone las manos al fuego” por Villegas, a quien considera una persona honesta y de gran compromiso con el actual Gobierno.
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