El expresidente de YPFB y preso en la cárcel de San Pedro, Santos Ramírez, afirmó ayer a Erbol que “los más grandes hechos de corrupción” en la estatal petrolera “se están tapando de manera sistemática”.
Aseguró que Gerson Rojas, exfuncionario de Yacimientos, sabe con precisión el sobreprecio en la planta Río Grande, puesto que hizo una auditoría. Lamentó que él esté “guardado” en la cárcel de Palmasola y no tenga derecho a hablar. Rojas fue gerente de la planta de separación de líquidos y fue detenido acusado de enriquecimiento ilícito.
Ramírez aseveró, además, que el fiscal Edward Mollinedo también sabe los “tejemanejes” de la corrupción en YPFB. Está detenido en Palmasola por el caso de la red de extorsión.
El exsenador por el MAS reiteró su denuncia de que hubo sobreprecio en la construcción de la planta de Río Grande.
Explicó que el contrato firmado por él, motivo por el cual fue encarcelado, disponía un costo de 86 millones de dólares y que con el nuevo contrato, hecho después de su salida, la planta costó 180 millones de dólares.
Investigación actual
El fiscal a cargo de las investigaciones de la presunta nueva red de corrupción en YPFB, Leopoldo Ramos, dijo a ANF que se citará a cuatro funcionarios más por estar presuntamente vinculados con la red y se busca a dos personas particulares que se encontrarían prófugas.
Por su parte, el presidente en ejercicio, Álvaro García, dijo ayer sobre YPFB que “es la propia institución que tiene la capacidad de autoevaluarse, autocurarse y autodepurarse, y esta es una buena señal de una institución sana”.
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