Nerviosos y molestos, así estaban los procesados por la acusación de Jacob Ostreicher y que ayer denunciaron haber sido golpeados durante una requisa en el PC-7 de Palmasola. La puerta de la celda 28-B estaba arrancada de su sitio y los ambientes aún tenían las cosas rebatidas.
Esto fue lo que EL DEBER observó al ingresar al pabellón B del área de máxima seguridad carcelaria poco antes de las 10:00, donde pudo conversar con Fernando Rivera, Denis Rodas, Isabelino Gómez, Ramiro Ordóñez, Roberto Achá, Moisés Aguilera y Edward Mollinedo.
Javier Aramayo, director nacional de Régimen Penitenciario, confirmó la revisión de las celdas, al igual que el ministro de Gobierno, Carlos Romero, y el viceministro de esta cartera de Estado, Jorge Pérez, pero las tres autoridades negaron violencia en la acción y dijeron que el operativo no necesitaba presencia fiscal ni autorización judicial.
Por la tarde, contradictoriamente a lo dicho por Romero, de que los detenidos por esta causa tenían garantías para hablar, la Policía evitó que la senadora Carmen Eva Gonzales pudiera conocer la versión de los procesados y en dos oportunidades no permitieron que el representante regional de la Defensoría del Pueblo, Hernán Cabrera, pudiese hablar con los sindicados. Los uniformados dijeron que respondían a órdenes superiores, enredando así un requisa que las autoridades aseguran es rutinaria.
Familiares y abogados de los detenidos también denunciaron abusos y su ingreso al PC-7 fue restringido.
Dentro del PC-7
El primero en contarle a EL DEBER lo vivido fue Denis Rodas, que tiene asignada la celda 28-B. “Ingresaron de manera violenta y nos amenazaron. Requisaron todo y nos golpearon. Yo me enfrenté a ellos y mis compañeros de las otras celdas salieron al escuchar el alboroto”, contó Rodas.
Rivera explicó que las personas que requisaron su ambiente lo golpearon, lo sacaron a empellones y luego ‘pusieron de cabeza’ su espacio. “Se llevaron algunos documentos”, comentó Rivera, mientras mostraba rasguños en el costado izquierdo de su pecho, que afirmó fueron hechos por los encapuchados durante los forcejeos. Él y sus compañeros de encierro indicaron que la llegada de los encapuchados fue entre las 00:30 y la 1:00 de ayer.
“Nos gritaron que nos callemos, que no sigamos hablando de nada”, contó Rivera, mientras recordaba que la semana pasada un grupo de parlamentarios de la oposición al Gobierno, que conforman la llamada comisión de la Verdad y Justicia, los visitó y a ellos les revelaron los supuestos manejos políticos que realizó el actual Gobierno en varios casos judiciales.
Lo observado por EL DEBER fue confirmado por la hermana de Rivera, la señora Ana María, que dijo que su familiar tenía dolores en el cuerpo producto de la intervención. Del mismo modo, el abogado Gary Prado ratificó lo que este diario evidenció y calificó el hecho como un acto de matonaje en contra de estos exfuncionarios de Gobierno.
Un reo de otro ambiente del PC-7 relató a EL DEBER que un grupo de al menos 30 personas encapuchadas y sin credenciales irrumpió en el lugar. Unos subieron al techo del pabellón portando armas y otros ingresaron gritando a los exasesores y exfiscales: “Al suelo, boca abajo, silencio c...”.
Los detenidos gritaban que no les peguen, pero los volvían a silenciar amenazándolos con matarlos, según el testigo. “Eran civiles, sin uniforme, pero sabemos que eran policías de Inteligencia por las bananeras que usan (en la cintura). Rebatieron los cuartos y se llevaron documentación, todo lo que encontraron, porque los exasesores ya habían dicho que iban a hacer más denuncias”, cuenta el interno, al negar que fue una requisa como dice el Gobierno.
Según el reo, entre los policías se escuchaba el rumor de que el viceministro Pérez vigiló el operativo desde afuera.
La versión del Gobierno
El ministro Romero y el viceministro Pérez estuvieron ayer por la tarde en el penal cruceño. Desde allí afirmaron que todo lo dicho por sus ex colegas gubernamentales era falso.
“No hubo maltrato ni físico ni sicológico. No han sido tocados ni con el pétalo de una rosa”, aseveró Romero, respecto a la denuncia hecha pública por Boris Villegas (ex funcionario gubernamental).
Romero dijo que estas requisas son normales en los penales del país y el viceministro Pérez agregó que los procesados en el caso Ostreicher tenían en sus celdas “televisores a colores, ventiladores, una serie de electrodomésticos y ventajas que no tiene el resto”. No se mostró lo secuestrado
Pedido de libertad se define hoy a las 8:30
El abogado de Isabelino Gómez, Osvaldo Ribera, confirmó que su defendido junto a los procesados Denis Rodas, Boris Villegas, Ramiro Ordoñez, Fernando Rivera, Edward Mollinedo, Roberto Achá y Moisés Aguilera interpusieron ayer poco antes del mediodía una acción de libertad ante el Tribunal Departamental de Justicia, por lo ocurrido ayer por la madrugada en Palmasola.
El jurista indicó que la solicitud había sido recibida y que luego del sorteo de la causa el caso fue radicado en la Sala Penal Primera, donde sus vocales deberán resolver el pedido de los sindicados hoy a partir de las 8:30.
En el memorial redactado por los acusados, se cuenta lo sucedido en el pabellón B del PC-7 y los que hacen el pedido afirman que su vida corre peligro, ya que aseguran que solo por decir la verdad de los procesos de los que fueron parte cuando trabajaban en el Ministerio de Gobierno, ahora los quieren acallar usando la fuerza.
Afirman haber sido vejados y amenazados. Dicen que sus familias y ellos corren peligro.
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