El presidente Evo Morales y asambleístas del oficialismo ahora arremeten en contra del partido opositor Unidad Nacional (UN) por supuestamente haber organizado el desprestigio del Mandatario con el caso de Gabriela Zapata Montaño. En tanto, legisladores opositores afirman que el Movimiento Al Socialismo (MAS) quiere desviar nuevamente la atención de la ciudadanía y tender una cortina de humo en el caso principal que es tráfico de influencias.
Recuérdese que el escándalo estalló el 3 de febrero pasado con la denuncia del periodista Carlos Valverde que se basaba en el tráfico de influencias por la relación laboral de la exnovia de Morales con la empresa china Camce, que se benefició con contratos por 570 millones de dólares.
La acusación contra UN surgió luego de las declaraciones de Zapata ante la comisión de fiscales en las que manifiesta que algunos miembros de ese partido habrían tramado el caso sobre la existencia o no del hijo que procrearon Zapata y Morales.
De un tiempo a esta parte, la atención se desvió al tema de la existencia o no del supuesto hijo que tuvieron Morales y Zapata para dejar de lado el asunto de fondo: tráfico de influencias.
Ante esta situación, la presidenta de la comisión de Política Internacional del Senado, Patricia Gómez (PDC), lamentó la poca seriedad con la que está actuando la Fiscalía en el caso e incluso está dando tiempo para que los verdaderos responsables se vayan y eludan la justicia.
“Esperemos que la Fiscalía tome realmente la cosa muy en serio donde este proceso arroje elementos novedosos y no sean distractivos. En un momento, unos tienen la culpa y después sale la oposición siendo la única culpable y al próximo día salen siendo los parientes los culpables y nuevamente sale la oposición”, dijo.
Dejó en claro que todo el teatro que se armó sobre la existencia o no de un niño distrajo el verdadero camino de investigación.
“Aquí no se trata el tema de si hubo o no un hijo entre Zapata y Morales, de lo que se trata es el tráfico de influencias, de dónde tiene tanto dinero la señora, esa es la verdadera investigación”.
El diputado Gonzalo Barrientos y la senadora Mirtha Arce, ambos de UD, coincidieron en señalar que ahora se ve la estrategia del Gobierno: deslindar responsabilidad del Presidente en un supuesto tráfico de influencias y desviar el tema, como sucedió desde el inicio, con el presunto hijo del Mandatario.
OPOSITORES PIDEN DECLARAR
El senador Arturo Murillo y el exdiputado Jaime Navarro, ambos de Unidad Nacional (UN), se apersonaron ayer al Ministerio Público para pedir fecha y hora para declarar por el caso Gabriela Zapata.
Zapata en su declaración, ante la comisión de fiscales por el caso de trata y tráfico de personas y otros, sindicó a tres dirigentes de UN en el escándalo de la presentación de un menor como si fuera hijo de Evo Morales, entre ellos nombró a Murillo y Navarro.
“Se entregaron los memoriales de presentación voluntaria ante la Fiscalía de distrito, todos saben que en el tema del caso Zapata, el pueblo de Bolivia sabe que hemos sido nombrados y nosotros somos los más interesados para que este caso llegue a resolverse y absolverse completamente”, señaló Murillo.
En tanto, en horas de la mañana el fiscal departamental de La Paz, Edwin Blanco, informó sobre la imputación en contra de la señora Ximena Fortún y la otra tía espiritual de Gabriela Zapata, María del Carmen Arce, por los delitos de trata de personas, asociación delictuosa, engaño de personas y por estorbar la acción de la autoridad jurisdiccional.
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