Desde el principio del escándalo CAMC y la detención de la empresaria Gabriela Zapata, una cosa quedó clara: el notable distanciamiento entre la expareja del mandatario Evo Morales y su familia paterna, en especial con el padre, el policía en retiro Grover Zapata y la hermana, la exdiputada de oposición Paola Zapata.
Es una historia escrita en un estricto código de silencio, pero con elocuentes señales de ambos lados: la familia paterna jamás estuvo presente en ninguna actuación judicial ni visitó a la empresaria en la cárcel, un extremo denunciado por las allegadas como “abandono paterno”, pero justificado por la familia como producto de un “distanciamiento prolongado” con la “hija pródiga”, que abandonó temprano la casa paterna y retornó brevemente con intermitencia, hasta la ruptura final dos años atrás.
Una de esas breves intermitencias es la hija menor de Gabriela Zapata.
La niña, producto del matrimonio legítimo de la empresaria con Hugo Carvajal (hijo del homónimo exministro de Educación), fue la razón de la “recomposición” familiar con Gabriela y hoy es, valga la paradoja, la causa de que el distanciamiento se torne en disputa.
La familia paterna de Gabriela se cuida de guardar distancia de ella, pero interpuso todas las acciones legales posibles para recuperar a la niña, tras que la custodia legal de la niña se viese comprometida por la detención de la madre.
NO EXISTE CUSTODIA TEMPORAL
La concejal Cecilia Chacón, alcaldesa interna de La Paz, dijo en miércoles que el Juzgado del Niño, Niña y Adolescente que ventila el caso de la hija de Gabriela Zapata concedió la “custodia temporal” de la niña a las “tías de cariño”, allegadas a la recluida, exgerente de Camc, un extremo que fue rechazado por la familia paterna de Zapata que interpuso un recurso legal en demanda de la custodia de la niña.
La abogada de la familia Zapata, Erika Suárez, interpuso el jueves en La Paz una demanda por la tutela a nombre de los abuelos paternos de la niña y se espera la notificación con respuesta de la autoridad competente.
HABLARON LAS REDES SOCIALES
“Frente a la pérdida de la custodia física de una madre, por motivos de reclusión, la custodia de un niño le corresponde a la familia consanguínea y directa, no al estado, ni a terceros interesados”, posteó la exparlamentaria en su cuenta de Facebook el pasado martes, tras conocerse la intención de la Defensoría de la Niñez de recoger a la niña.
Un día después, el miércoles, posteó en su cuenta de Twitter: “Que las redes de mentiras e intereses caigan, que el estado y los intereses de terceros dejen de hacer de los niños un arma en su juego de poder”.
Y pese al silencio comunicacional que se dice impuso el padre de ambas, Grover Zapata, la actividad en red de la opositora permite percibir su descontento con el Gobierno y con el entorno social de su hermana, la recluida empresaria.
El mismo día, tras conocerse el reclamo de la niña por una media hermana llamada Maria Renee y las “tías” Carmen y Pilar Guzmán, la exdiputada posteó una vez más en su cuenta de Twitter: “En afán de mantener a Daría lejos de su familia, intereses oscuros mienten al país y la prensa: la custodia de la niña le asiste a sus abuelos”.
El jueves, tras filtrarse a la prensa la presencia de los abuelos de la menor en La Paz, en otro post, la política cochabambina se declaró “espantada por las imprecisiones jurídicas, informativas y... humanas desde el Estado”. (VISOR)
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