El caso de supuesto terrorismo I podría entrar en otra fase tras las revelaciones del gobernador de Santa Cruz, Rubén Costas, sobre una presunta extorsión de la que fue objeto una semana después de los hechos en el hotel Las Américas, donde quedaron abatidos tres miembros de la célula irregular de Eduardo Rózsa y fueron detenidos otros dos el 16 de abril de 2009.
Una entrevista con Carlos Valverde en el programa Sin Letra Chica fue el inicio de las revelaciones, donde Costas confirmó la versión del polémico periodista, cuando le citó una reunión en la que dos personas le habían pedido “entregar” a tres hombres para no incluirlo en el proceso. Branko Marinkovic, Guido Nayar y Pedro Yovhio fueron nombrados a Costas como financiadores del grupo de Rózsa Flores, a lo que la autoridad, entonces prefecto departamental, dijo que no tenía nada que hablar con ellos ni con el funcionario del Gobierno, Luis Clavijo, quien supuestamente los había enviado.
Valverde preguntó por qué no hizo esas revelaciones en su debido tiempo, a lo que Costas respondió: “No podía dejar en evidencia a personas que fueron las articuladoras de esto, por una razón. Segundo, porque yo siempre por una regla general de conciencia nunca voy a negociar ni charlar ni concertar estas cosas en reuniones privadas porque estas cosas siempre se saben. Mi forma de actuar es clara, no tengo ningún tipo de charla con el MAS, porque eso puede llevar a malos entendidos, hacerlo entre cuatro paredes, lo corté por lo sano y tome la decisión de decirlo como cuando empezó todo esto del chantaje con organizaciones como Cotas o CRE y otras instituciones que eran apuntadas y lo dije en Sucre a (fiscal Marcelo) Soza que es a mí a quien quieren y es mi cabeza la que quieren”.
El diario cruceño El Deber tuvo acceso a dos entrevistas con los sindicados Luis Clavijo quien negó haber pedido que alguna gente, en su nombre, vaya a “extorsionar” a Costas.
“Quiero aclarar de forma expresa que en ningún momento el aparato de seguridad del Estado, en el tiempo que yo he desempeñado funciones, ha buscado que alguna persona comprometa de forma legal, arbitraria, mediante falacias y mentiras a alguien en el caso terrorismo. Lamentablemente este proceso, que tiene que ver con el bien supremo del Estado, que es su seguridad interna, se ha convertido en un carnaval, debido a versiones, contraversiones, dijes y diretes”, expresó Clavijo.
La polémica grabación que presentó la senadora Carmen Eva Gonzales en la que se escucha una voz similar al fiscal del caso, Marcelo Soza, develó que Branko Marinkovic, entre otros representantes, cívicos y empresario cruceños, fue inculpado sin tener nada que ver en los hechos.
Las palabras de Costas reafirmarían esa versión y la hipótesis de los opositores al régimen del Movimiento Al Socialismo (MAS) sobre el montaje de este caso para defenestrar a los movimientos regionales y autonómicos del país.
“Vos sabes cómo se han manejado las cosas (…) p… a veces decían ya c… fulano, sultano, mengano, hay que empezar a j… porque eran opositores del Gobierno. Y ahí está del Branko, si te das cuenta tampoco hay ni m… (…) Aquí lo de Marinkovic, de cierta forma ha sido obligación y esa orden ha venido desde el Ministerio de Gobierno, (la idea era) sostener (la acusación) para que el c… no vuelva ¿Para qué? Para que no tenga frente opositor”, dice el presunto “Soza”.
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