La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Bolivia presentó en Sucre el informe de gestión 2012, en el que expresa su preocupación por la “corrupción reportada, el rezago judicial y el acceso a la justicia”, además del hacinamiento en los centros penitenciarios.
Denis Racicot, jefe de la oficina en Bolivia, fue el encargado de presentar dicho documento firmado por la Alta Comisionada, Navanetherm Puillay, el cual incluye un resumen de las actividades de esa oficina en Bolivia.
En dicho documento, el organismo internacional reconoce, no obstante, los avances relacionados con la “independencia judicial, la lucha contra la corrupción y el acceso a la justicia”, aunque señala que “ello resultó insuficiente para poder resolver la crisis que desde largo tiempo afecta a la administración de justicia”, por lo que sugirió aplicar reformas “de más largo alcance”.
“Hay muchos detenidos en este momento en las cárceles, hay un fenómeno de detención preventiva prolongada, hay más de un 85 por ciento de los detenidos que están en espera de su juicio, entonces ese es un problema muy serio del sistema, la retardación de justicia es un tema que se debe trabajar. Por otra parte es importante (señalar) que hubo muchos cambios de jueces y fiscales en los últimos años, ya tenemos un nuevo marco normativo, la nueva Ley del Órgano Judicial, la nueva Ley del Ministerio Público; hay que trabajar en el tema de la carrera judicial, la carrera fiscal y también en la formación de jueces y fiscales para elevar la calidad de justicia”, indicó Racicot.
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