El almacenero y chofer ocasional de la jefa de la Unidad de Gestión Social del Ministerio de la Presidencia, Cristina Choque, y de su amiga Gabriela Zapata se declaró inocente de los cargos de corrupción que el Ministerio Público le imputa.
En declaraciones a EL DIARIO, Jimmy Morales dijo que cree que la única cosa que lo liga con la señora Zapata es un depósito de 30.000 dólares que ella le pidió que realice, luego de haberla llevado como pasajera en una “carrera” que hizo como taxista, en su vehículo, por la que le pagó 150 bolivianos.
El viernes pasado, Zapata, madre del hijo del presidente Evo Morales, fue arrestada a pesar de contradictorias declaraciones entre el ministro de Gobierno, Carlos Romero, y el fiscal general del Estado, Ramiro Guerrero; el domingo, la juez Margot Pérez dispuso la detención preventiva de la expareja del presidente en el Centro de Orientación Femenina de Obrajes (COF), por la supuesta comisión de los delitos de enriquecimiento ilícito, legitimación de ganancias ilícitas y tráfico de influencias.
OTROS IMPLICADOS
Fue entonces cuando surgió la versión de que dos funcionarios del Ministerio de la Presidencia eran también buscados, la jefa de Unidad de Gestión Social (UGS), Cristina Choque, y el administrativo, Jimmy Morales.
En entrevista exclusiva con este medio, Morales, técnico en mecánica general, que cumplía labores como responsable de almacenes en la Unidad de Gestión Social del Ministerio de la Presidencia, afirmó desconocer si Choque prestaba las oficinas de esta Unidad a Zapata.
“Acerca de los ambientes que le prestaban (a Zapata), desconozco de eso, porque mi oficina es al fondo, yo no veía cuándo ingresaba, ni en qué momento. A veces, claro, como toda persona, Gabriela venía a saludar (…) de que yo haya prestado algún ambiente, no, porque no tenía ese poder”, declaró Morales, minutos antes de presentarse ante la Fiscalía, de forma voluntaria, para prestar su declaración informativa.
Morales explicó que a pesar de contar con un ítem administrativo, conduce una camioneta roja en la cual, desde almacenes en la ciudad de El Alto, bajaba sillas de ruedas y otros insumos para donaciones y de ahí lo conocían como chofer, por lo que en ocasiones prestaba el servicio de chofer a requerimiento de Choque.
“En ningún momento la he transportado sin orden, a ella (Zapata), siempre venía acompañada de Cristina (Choque), que es la jefa de unidad, ha debido ser unas dos, tres ocasiones. No era el conductor oficial, el conductor venía de la Policía del Palacio, no tenía nada que ver conmigo, yo estaba encargado de otro vehículo”, afirmó Morales.
Consultado sobre si el chofer asignado desde Palacio era quien trasportaba a Zapata y Choque, respondió que en ocasiones sí, pero desconocía los detalles. “Creo que conjuntamente con Cristina, pero después no tengo conocimiento”, indicó.
Según explicó que entre las pocas ocasiones en que trasladó a Zapata y Choque fue al finalizar la campaña navideña de 2013, que se dio al mediodía, cuando no estaba el chofer y las llevó a un restaurante, donde cree que almorzaron, en tanto que él volvía a la UGS con el vehículo.
Aseguró que nunca llevó a Zapata a una entidad financiera u otra dependencia estatal o empresa privada.
“En 2015 qué habrá pasado, tal vez un problema con la jefa de unidad, pero no estaba”, afirmó Morales sobre la frecuencia en la que asistía a la UGS que en 2015 fueron menos frecuentes, pero que cuando se conoció la relación que mantenía con el presidente Evo, se la seguía viendo en las oficinas.
Por otro lado, Morales señaló que a pesar de no conocer las razones por las que Zapata frecuentaba a Choque, sabía que como parte del Movimiento al Socialismo (MAS), la expareja de Zapata cumplía con campañas políticas en Cochabamba, “más o menos, porque eso es lo que se veía en Facebook”.
30.000 DÓLARES
“Eso fue el año pasado (20 de junio), pero solo era un favor que le hice, me dijo por favor que le haga el depósito y me entregó en efectivo el dinero, yo ingresé al Banco Bisa y lo deposité los 30.000 dólares, que Gabriela me entregó”, afirmó.
Para Morales, como chofer y almacenero, la acusación en su contra fue por ese depósito, pero detalló que en esa ocasión Zapata lo contactó para que le preste servicio como taxista y le canceló 150 bolivianos, por una “carrera” de San Miguel al Banco.
“No era vehículo oficial, quiero aclarar eso, me contactó, le hice una carrera como taxi, y de ahí la lleve al Banco, ingresamos y me pidió por favor que deposite este dinero. Yo dije bueno, porque era rápido. Fue la única vez”, aseguró Morales, quien detalla también que Zapata mencionaba que venía de la venta de un terrero.
“No sé, lo único que puedo decir es que no sé por qué me han metido a mí (en el caso), tal vez porque yo le hice el favor de depositar los 30.000 dólares y tal vez porque yo estoy trabajando con Cristina varios años, piensan que yo estaba haciendo algo. Han debido revisar ya mis cuentas bancarias, los movimientos de todo lo que hago, la verdad está ahí, yo sòlo cumplía órdenes”, finalizó Morales antes de presentarse ante la Fiscalía.
APREHENSIÓN
Marco Antonio Guía, abogado de Morales, acompaño a Morales y a las 14.40 ingresaba a oficinas de la Fiscalía, donde luego de varias horas de declaración, el fiscal Edwin Blanco dispuso su aprehensión y traslado a celdas de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc).
Guía aseguró que su cliente no tiene cuenta bancaria, por lo que no incurrió en ningún delito que amerite un proceso por uso indebido de bienes o tráfico de influencias.
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