martes, 29 de marzo de 2016

EN SUPUESTAS CONVERSACIONES PRIVADAS, QUINTANA LLAMA “PRECIOSA” A ZAPATA, LE DICE QUE QUIERE VERLA Y LE HABLA DE SUS HORMONAS

El ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, y la expareja de Evo Morales, Gabriela Zapata, mantuvieron presuntamente una relación íntima según se desprende de supuestas conversaciones de WhatsApp entre ellos, divulgadas por el abogado Eduardo León.

Según León, quien dio fe de la veracidad de éstos, estos son algunos de los mensajes intercambiados por ambos:

Zapata: “Buenos días mandan dirim dirum dan, que tenga una excelente semana, q Dios me lo proteja y me lo cuide, bendiciones mi rey”.
Quintana: “Gracias preciosa estoy en trinidad (sic), retorno esta tarde”
Quintana: “No sea tan cruel quiero verla”.
Zapata: “Yo también”.
Quintana: “Cuando usted mande preciosa”.
Zapata: “Hoy lo espero”.

En otro diálogo, este fue el intercambio:

Quintana: “Usted Siempre tan bella como decía Borgues (sic)”.
Zapata: “Muchas gracias mi rey”.
Quintana: “Cuando la puedo ver”.
Quintana: “No se me esconda”.

Entre las conversaciones divulgadas este martes, Quintana, demostrando la cercanía que tenía con la mujer, asegura: “Mis hormonas amazónicas me dicen algo”, a lo que Zapata responde: “Dulces sueños” y él retruca: “No sea tan cruel, quiero verla”.

De confirmarse la veracidad de esas conversaciones, se demostraría que Quintana mintió cuando dijo que no conocía a Zapata y daría credibilidad a las versiones que señalan que el ministro estaba al tanto de los negocios que ésta realizaba mediante la empresa CAMC y otras compañías para las que trabajó.

"Hay una distancia sideral entre Gabriela Zapata y Juan Ramón Quintana”, dijo el ministro en una larga entrevista que concedió a la radio Patria Nueva sobre las implicaciones en el caso que le hicieron integrantes de la oposición.

Zapata usaba las oficinas que en gobiernos anteriores estaban destinadas a la Primera Dama de la nación y que dependen del Ministerio de la Presidencia.

Hasta el momento, el escándalo de supuesto tráfico de influencias involucraba a Zapata con su expareja, el presidente Morales, con quien tuvo un hijo, del que se desconoce el paradero. Sin embargo ahora la polémica alcanza también a Quintana, con la aparente relación intima que mantenía con la mujer.

Tras desatarse el escándalo, en febrero pasado, el Gobierno ingresó en numerosas contradicciones sobre si el hijo de Zapata y Evo vivía o no, si el Presidente conoció al niño y hasta cuando duró la relación entre ambos. Sin embargo, ha mantenido que nunca conocieron de los negocios que hacía Zapata. La empresa CAMC, de la cual era gerenta comercial, firmó millonarios contratos con el Estado, casi todos por invitación directa.

La oposición exige saber si el presidente Morales y el ministro Quintana, entre otras autoridades, conocían de las negociaciones que hacía CAMC y si ayudaron a que los obtenga.





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