El ex presidente del desaparecido Servicio Nacional de Caminos, hoy Administradora Boliviana de Carreteras (ABC), José María Bakovic, reveló desde Tarija que fue una de las primeras víctimas de la red de corrupción y extorsión que operó desde un poco más de cinco años desde los ministerio de Gobierno y de la Presidencia, organización delictiva que habría contado con la complicidad de fiscales y jueces.
Bakovic, entrevistado por El País de Tarija en los pasillos del Tribunal Departamental de Justicia sobre la problemática vial de la integración caminera a través de la ruta Tarija - Potosí, que actualmente se encuentra en litigios judiciales por incumplimiento de contrato por parte de la empresa responsable de su entrega y conclusión, dijo que "le pidieron millonarias sumas de dinero" y como no accedió a lo solicitado; es que ahora afronta y soporta siete procesos judiciales que en su mayoría fueron iniciados por "las personas que fueran descubiertas y que actuaban a nombre del Órgano
Ejecutivo encaramados en el Ministerio de la Presidencia y de Gobierno". Dijo que todo lo que le pasa no es una coincidencia y lo comprende como a la "cábala del 7" porque son siete procesos que enfrenta, que están durando siete años, tiene 71 años de edad, son siete miembros de su familia las personas que sufren por lo que le está pasando en los tribunales ordinarios y son más de siete las instancias superiores del Gobierno que están interesados en hacerle aparecer como el verdadero "pato de la boda".
José María Bakovic señaló en reiteradas oportunidades que se ha convertido en una víctima de la "despiadada persecución" del Gobierno de Evo Morales, en cuya administración se lo acusó de cometer diferentes delitos que nunca cometió al frente del Servicio Nacional de Caminos.
Asimismo, recordó que durante su gestión administrativa en el Servicio de Caminos, entre los años 2001 y 2006, se concluyó la construcción de la ruta Tarija - Bermejo y que la vía Tarija - Potosí "pudo estar terminada hace siete años":
"Esa obra era un proyecto económicamente definido en el estudio de su costo final por las suma de 180 millones y en el actual Gobierno ese costo se duplicó, bajo la calidad de rígido a flexible y eso equivale a un tercio de duración y triplicó el plazo de entrega de tres a nueve años".
"Para nosotros - dijo - esa manera de cómo se desarrolla y construye la actual ruta es la fehaciente muestra de lo que es verdaderamente la desinstitucionalización y la corrupción, porque cuando existe corrupción las obras andan mal, los costos se incrementan, los plazos se aumentan y no son concluidas; por esas y otras razones es que se agarraron conmigo", manifestó un José María Bakovic que se mantiene fuerte a pesar del calvario judicial que enfrentar.
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