El jueves 31 de marzo, Zapata denunció que pasó una noche “crítica” en el penal de Miraflores, puesto que las internas la doparon, sufrió amenazas e incluso intentaron golpearla.
Contó que en un descuido le pusieron una “substancia extraña” en su agua, que la drogó dejándola “totalmente inconsciente”. Aseguró que una policía se dio cuenta del hecho.
Entonces, una de sus compañeras la acompañó al baño. Transitaron el pasillo del pabellón “B”, donde fue abordada por una interna.
“Una señora ha intentado atacarme, me ha amenazado y me ha dicho que no tiene miedo, porque tiene 20 años de cárcel”, relató la empresaria.
Ante esa situación, la expareja del presidente Evo Morales tuvo que dormir en un cuarto de seguridad con policías.
Zapata cumple detención preventiva por enriquecimiento ilícito y otros cargos. En primera instancia, ella estaba en el Centro de Orientación Femenina de Obrajes, pero luego fue trasladada al penal de Miraflores, donde las condiciones son más duras.
Aseguró que “corre peligro” en esta cárcel porque las rodean internas peligrosas. “Tengo acoso psicológico, lo que la señora ha hecho anoche es infundir un miedo mortal”, dijo.
Luego de esta denuncia, las internas del penal de Miraflores desmintieron la acusación de Zapata, incluso una de ellas aseguró que la exgerente comercial de la CAMC pagó a algunas internas para que la golpearan.
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