El propietario de un coche denunció que agentes de tránsito, oficiales de Policía, abogados, fiscales y hasta un propietario de garaje coludidos le montaron un caso y le sometieron a una serie de extorsiones, al extremo de pedirle que gire cheques en blanco y secuestrarle su vehículo sin orden judicial a mediados de enero, cuando en la barriada de Alto Irpavi, en La Paz, se acercó a una licorería a comprar bebidas.
En declaraciones a la radio católica ERBOL, Rony García, narró que hacia las 23:00 del 17 de enero último, dos patrulleros emplazados a metros de una licorería lo abordaron, lo acusaron de prepotencia y lo detuvieron, además de secuestrar su vehículo.
"Estacionamos, compramos la bebidas, sacamos las bebidas de la licorería nos introducimos al auto y una cuadra más allá, las motos prenden sus luces, nos detienen. Uno (de los agentes) se para delante del vehículo y el otro al costado. Sale el compañero que venía conmigo y se molestan los policías porque mi compañero les preguntó por qué nos detuvieron y ellos responden y acusan que "ustedes se están alterando"", narró el viernes último en declaraciones a ERBOL.
"Luego me conducen a tránsito, secuestran la movilidad y yo tomo fotografías del vehículo cuando la Policía está revisando el auto", agregó. García, que admitió haber bebido "tres (vasos) de whisky" antes de salir a comprar más alcohol a la licorería", denunció que fue detenido durante 12 horas en una celda sin orden formal de aprehensión, que en la oficina de Tránsito le confiscaron su billetera y teléfono celular.
"El vehículo es modelo Nissan Sentra color rojo, la noche del 17 de enero estaba haciendo compras conjuntamente con un amigo a las 11 de la noche en Irpavi Alto , bajamos a la avenida Gobles. No hay ningún semáforo en esa avenida y solamente una cuadra antes de la licorería me percaté que había dos motociclistas de la Policía a una cuadra de la licorería. Luego atando cabos ya me doy cuenta y quiero presumir de qué es un modus operandi. No me hicieron la prueba de la alcoholemia, ellos me introducen a las celdas y a las doce menos cuarto me piden mi (teléfono) celular y billetera y me quitan todo lo que tenía en los bolsillos", detalló.
García denunció que sin que medie orden judicial ni explicación alguna fue puesto tras de rejas y, lo peor, incomunicado por agentes y oficiales de Policía de la oficina de Tránsito en La Paz.
"Al día siguiente 12 horas después viene un cabo y me dice que tengo que llamar a mi abogado. En la declaración que al día siguiente yo hice, al lado de mi abogada, me dicen que "usted estaba conduciendo en estado de ebriedad" y yo había consumido, le digo con la honestidad, me había tomado tres whiskys y eso es lo que yo declaré. Mire tan ebrio no hubiese sacado fotografías en tránsito. Fue una arbitrariedad de la Policía que me introdujo en celdas hasta el día siguiente hasta las doce fue cuando comenzó el calvario", sostuvo.
Tras la detención comienza, según García, a operar una suerte de clan que involucra además de agentes suboficiales, a un teniente y capitán de Policía, una abogada y dos fiscales.
"De ahí sale un cabo y me dice que tengo que comunicarme con mi abogada. La llamo. Viene la abogada María Luz Bonilla; vuelve (de entrevistarse con el Fiscal adscrito a Tránsito) la abogada y me dice: "don Rony el fiscal me está pidiendo 1.000 dólares".
"¿1.000 dólares de qué?, pregunté y me dijo que es domingo y se sale de su turno y no vuelve hasta el miércoles y como él está a cargo del caso hasta el miércoles usted se va a quedar acá", cuenta.
Sin que rija un mandamiento de apremio y detención expedido por autoridad competente nadie puede ser detenido más de ocho horas, según normas constitucionales vigentes en Bolivia, si no fuera formalizado.
García dijo que el miedo le hizo ceder ante la extorsión y que entregó los 1.000 dólares que habría requerido el fiscal Carlos David Villena Lema. "Yo tengo trabajos que ameritan viajes. El lunes atemorizado por el temor que infunden ahí dentro, yo llamé a amigos, parientes y logro conseguir los 1.000 dólares (para la extorsión) y le digo a la doctora ya tengo los 1.000 dólares. Me reúno con el fiscal (Villena Lema) y la abogada. El fiscal (Villena Lema) miraba a un papel que tenía en su escritorio y no me miraba y le dije: "doctor en los términos que ha hablado usted con la doctora he conseguido lo que usted está requiriendo y por favor quisiera que arreglemos así y por favor libere mi auto y libéreme a mí" y me dijo que yo ya estaba libre y yo pregunté por mi vehículo y me saca a mí de la oficina y se queda con la abogada", recuerda incluso los diálogos.
"Luego la abogada me dice que el fiscal (Villena Lema) quiere los 1.000 dólares le doy a la abogada ella le paga al Fiscal y le pregunto la situación del vehículo y ahí entra otra parte de la historia donde entra el capitán con su extorsión", precisó en declaraciones a ERBOL.
Tras recibir el dinero del cohecho, denunciado por García, el fiscal Villena Lema transfiere el caso, a otro agente del Ministerio Público, Félix Ugarte.
El caso es que hasta el momento, más de un mes del episodio de detención inconstitucional de García, el coche no ha sido devuelto a su propietario y que en la documentación del proceso de investigación no figuraba, sino hasta hace poco, el secuestro del motorizado.
"Esto continua estando en las manos del fiscal Ugarte, ya que el fiscal Carlos David Villena Lema, a quien se le dio los 1.000 dólares, éste lo habría transferido el caso al fiscal Félix Ugarte y el fiscal Félix Ugarte lo único que hace es acompañar con un silencio cómplice esta actitud del doctor Carlos Villena Lema. Entonces no nos dicen nada y no responden nada. Me comuniqué con el periodista de Página Siete y es que se logró contactar con el doctor Carlos Villena y él niega que haya recibido este dinero, naturalmente, y él dice que va a tomar conocimiento del tema, 30 días después. Es un silencio cómplice que está teniendo el fiscal Ugarte", cuenta a ERBOL.
García relata que después de ceder a lo que denuncia como extorsión por el fiscal Villena Lema, aparece en escena un capitán de policía que dice haber sido atropellado y que, siempre según el denunciante, también demanda la entrega de dinero.
"Luego la abogada me dice que el Fiscal quiere los 1.000 dólares le doy a la abogada ella le paga al Fiscal y le pregunto la situación del vehículo y ahí entra otra parte de la historia donde entra el capitán con su extorsión. El Fiscal dice que vaya a declarar a la calle 8 (de Calacoto) sobre qué es lo que pasó. Voy y cuento todo y le digo al teniente Tola, investigador, y le digo que el Fiscal está esperando estos informes para pronunciarse y me dice el teniente Tola y me doy cuenta en qué me encontraba. El teniente Tola me dice que no puede pasar la autoridad del capitán Ludwig Herrera y me sugiere que arregle con él porque quiere iniciarme un proceso, porque lo he empujado con el auto y le lastimé el brazo. Agarra y bueno entrega su informe al Fiscal el teniente Tola donde no existía el secuestro del vehículo y me dice que yo me vaya nomas a mi casa y me dice que él se arreglará con el capitán (Herrera) y el teniente Tola para que cambie ese informe y figure el vehículo secuestrado", rememora.
En su relato de denuncia a ERBOl, García dice que en ese escenario de irregularidades aparece una abogada que se presta a canalizar más extorsiones. "Yo me voy a mi casa. Vuelvo al día siguiente. No estaba de turno el capitán (Herrera). Vuelvo el martes, entra la abogada y le dice el fiscal Carlos David Villena que ya no tiene nada que hacer aquí y le dice a mi abogada que me arregle con el capitán. Yo le dije a la abogada que hablemos con el capitán, que había estado de casualidad en la oficia de un fiscal. Sale el capitán (Herrera) y me dijo que me reconoció y me dice que vayamos a hablar afuera. Yo me disculpe, él me dijo que acepta mis disculpas y entiende. Así me dijo en ese tono el capitán Ludwig Herrera: "yo fui el domingo mismo al forense y no me ha querido emitir un informe el forense porque él era policía y entre policías no nos podemos emitir un informe".
Yo, con tal de volver a mi trabajo, le dije "bueno cuánto costará la atención donde el médico y quizá tendría que hacerse un examen .Yo no lo golpee (con el auto). Yo con tal de volver a mi trabajo lo más pronto posible y deshacerme de este problema y me dice no y saca una tarjeta de su abogada, la doctora María Elena Paz Valdivia. En la tarde de ese mismo día se reúne mi abogada con esta doctora con María Paz Valdivia y le dice que antes que nada su cliente "me tiene que dar a mi 500 dólares o 3.000 bolivianos para hacer un desistimiento de la querella que queremos iniciarle", una querella que no ingresó hasta el día de hoy por un delito que no cometí además"", mantuvo la denuncia. García denuncia que la abogada Paz Valdivia, que habla a nombre del capitán de policías Ludwig Herrera, intima, en el extremo, la extensión de un cheque en blanco para cubrir el requerimiento de Herrera.
"Le había dicho a mi abogada, "primero antes que nada 3.000 bolivianos y después nos sentamos en la computadora y una vez que me cancela el señor García los 3000 bolivianos lo llamamos al capitán (Herrera) y le preguntamos con cuánto van a arreglar. Y le pregunta la doctora cuánto cree que se va arreglar y dice: no pues si a mí me está pagando 500 dólares, el capitán (Herrera) lo menos que va a querer son 500 dólares pero yo no puedo hablar por el capitán (Herrera) porque el capitán puede querer entre 1.000 y 2.000. Ese rato lo cargamos con un cheque en blanco que tiene que firmar su cliente", prosigue en su denuncia.
En su relato a ERBOL, García dice que le montaron un caso, que se inventaron la agresión a Herrera, porque lo vieron atemorizado. "Es algo que no hice, es algo inexistente, se inventaron un caso para extorsionar y robar. A partir de ahí yo contrato una abogado más experimentado en este tema, quien hace un memorial requiriendo al fiscal Carlos David Villena que dessecuestré (SIC) el vehículo y tres días no se pronuncia y al quinto día nos enteramos que Carlos David Villena había transferido el caso al fiscal de materia de Tránsito, Félix Ugarte. Hace otro memorial mi abogado y envía al doctor Ugarte y el doctor Ugarte no se pronuncia hasta la fecha. Ya van a ser con este martes de carnaval un mes que lo tiene secuestrado mi auto sin ningún motivo y razón", afirmó García en su denuncia a ERBOL.
García expone que tras semanas del hecho, recién, en una movida irregular, el secuestro del vehículo aparece en la carpeta del proceso de investigación y que se enlaza, como parte de los connividos, el propietario de un garaje que cobra 40 bolivianos por día a los coches secuestrados que son ingresados sin que medie subasta pública. García sugiere incluso la intención de desaparecer el vehículo.
"Un último punto que quisiera informar es que comprueba mi abogado que después de 12 días no existía el secuestro del vehículo, y que en estos días recientes introducen en el cuaderno de investigación la orden de secuestro amañando el correlativo del libro de investigación. Son 12 días que ellos deliberadamente querían hacerlo desaparecer y no figurar mi vehículo.", agregó.
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