Luego de que se suspendiera, por segunda vez, la audiencia para apelar las medidas cautelares de Selva Camacho, principal implicada en la supuesta red de corrupción al interior de Yacimientos Petrolíferos Bolivianos (YPFB) y de su hijo Luis Bell; el abogado de la defensa, Ramiro Vega, denunció que la verdadera intención de detener a su cliente en la cárcel de Palmasola, en Santa Cruz fue la de complicar y aislar a su defendida para así retardar el esclarecimiento del hecho.
SISTEMA NEGLIGENTE
En la Sala Penal Cautelar Segunda, de La Paz, ayer se suspendió la audiencia donde debía apelarse las medidas cautelares, aplicadas a Camacho y su hijo, ambos imputados por la supuesta comisión de los delitos de “asociación delictuosa y enriquecimiento ilícito de particulares con afectación al Estado”, a decir de Vega, esto es debido al “sistema negligente” que rige en este momento en la justicia.
El abogado expresó su molestia porque su cliente, Selva Camacho, no pudo llegar a su audiencia que en su criterio es “obstaculizar su derecho a la defensa material” y sólo le informaron desde Santa Cruz, que el traslado de su cliente no se efectuó ante la falta de pasajes para los custodios.
Con este antecedente, de dos audiencias suspendidas por los mismos motivos, el jurista afirmó que la próxima audiencia debe realizarse bajo conminatoria al Ministerio Público, para que éste, a su vez, efectúe el mismo procedimiento con Régimen Penitenciario.
“Tenemos un sistema negligente, porque en la audiencia cautelar, sin ningún tipo de razón, la Juez (Delgadillo) dijo a Palmasola y se acabó. Esa parte la borraron del acta, y ahí están las consecuencias de aislar a alguien”, declaró Vega.
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