Hoy se recuerdan los seis años del operativo policial en el hotel Las Américas donde fueron abatidos los ciudadanos extranjeros Eduardo Rózsa, el húngaro Árpád Magiarossi y el irlandés Martín Michael Dwyer. El Gobierno argumentó que urdían un plan subversivo y la justicia abrió un proceso en el que incluyó a 39 personas, la mayoría de Santa Cruz, en un caso marcado por las irregularidades y en el que algunos de los otrora acusadores han admitido públicamente el presunto montaje de pruebas, compra de testigos y manipulación desde esferas gubernamentales. Según María del Carmen Morales, esposa del acusado Gral. Gary Prado Salmón, el caso fue armado por el gobierno de Evo Morales para perseguir y encarcelar a políticos, cívicos y empresarios. “Hace seis años (ayer) que se atentó a la casa del cardenal Julio Terrazas, para tener un motivo para perseguir a los líderes cruceños”, remarcó.
Mal elaborado. La representante de los familiares de los acusados del caso Rózsa, manifestó que el juicio estaba mal elaborado y con una planificación burda.
Morales dijo que demuestra que este es un proceso que no tiene ni pies ni cabeza, “porque el Gobierno se ha imbuido de artimañas para llegar a una sentencia”.
Acto de desagravio. Ayer los familiares de los perseguidos políticos del caso Rózsa, hicieron un acto de desagravio a la imagen del cardenal Julio Terrazas. El encuentro se realizó en “la carpa de los perseguidos políticos”, ubicada frente a la Brigada Parlamentaria Cruceña en la plaza 24 de Septiembre.
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