viernes, 10 de abril de 2015

Caso terrorismo: testigo afirma que el plan era reclutar a mil personas

El descubrimiento de mapas, manuales de guerra, material de apoyo logístico, de comunicación e instructivos de estrategias de defensa y de ataque son parte de la recolección de pruebas que fueron encontradas en 2010 en el estand de Cotas ubicado al interior de Fexpocruz y que de acuerdo al relato del testigo Miguel Ocampo servirían para el uso de la fuerza regional compuesta por 1.000 personas y lideradas por Eduardo Rózsa Flores. El objetivo era la defensa de Santa Cruz.

Este es uno de los avances puntuales de la audiencia por el caso terrorismo realizada ayer y que se lleva a cabo en Santa Cruz.

Después de una semana irregular en la que abundaron las interrupciones y hubo dos bajas médicas temporales, finalmente el primer testigo presentado por la Fiscalía, Miguel Ocampo, logró responder varias preguntas al hilo en las que dio algunos detalles reveladores del caso. Según testificó el mayor de policía, experto en investigación penal, las fuerzas armadas que tenía en mente consolidar Rózsa y su grupo irregular sería en una primera instancia de 1.000 personas, pero el plan incluía reclutar en otras regiones y un desdoblamiento permanente a medida que se obtuviesen resultados.

De acuerdo con las pesquisas realizadas por el investigador, esta fuerza militar ideada por Rózsa contó con el asesoramiento del grupo que él mismo denominó como “Los Tíos”. Los integrantes eran tres militares del servicio pasivo: Gary Prado Salmón, Lucio Añez y Herland Camacho.

Las primeras tareas específicas de la fuerza militar, según relató ayer el primero de los 42 testigos presentados por la Fiscalía, eran las operaciones de defensa del departamento de Santa Cruz, es decir que debía deshacer el orden constitucional, pero además tendría reacción inmediata y pasaría al ataque cuando se dieran las oportunidades.

De los tres militares del servicio pasivo nombrados por el testigo sólo Prado Salmón asiste a las audiencias por ser uno de los acusados. “No sé de dónde se abra sacado semejante mentira; este hombre es un invento”, murmuró el general retirado.

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