Ante la guerra verbal entre el Gobierno y la dirigencia masista, contra los opositores, la oposición y un analista consideran que es una forma de desviar la atención con fines electorales, sobre el escándalo del Fondo Indígena y de otros hechos de corrupción, en los 10 años de gestión del binomio masista.
El vicepresidente Álvaro García Linera desató la polémica atacando a sus adversarios con el tema de los gastos reservados, amenazando con apresar a expresidentes y ministros de Estados.
Advertencias que ha sido reforzada por los parlamentarios, tal es el caso del titular del Senado, José Alberto Gonzales y la presidente de Diputados, Gabriela Montaño.
Esto debido a las contradicciones en cuanto al manejo de las cifras del ex Fondo Indígena, por un lado, el vicepresidente García Linera, minimiza los malos manejos en $us 2 millones 100 mil, mientras que el daño económico según la interventora del ex Fondioc, Lariza Fuentes, alcanza a Bs 202,2 millones, es decir más de $us 29 millones. Aunque la Contraloría General, aseguró que había un daño de Bs 71 millones, algo más de $us 10 millones.
Cortina de humo de la corrupción. La diputada del Partido Demócrata Cristiano (PDC), Norma Piérola, afirmó que los ataques de los dignatarios de estado y de sus parlamentarios contra los expresidentes es una cortina de humo a la corrupción en el territorio nacional. "No solamente es el desfalco del Fondioc, que supera los $us 4 mil millones, sino también a la corrupción en YPFB, TAM y empresas militares, afirmó la legisladora opositora.
Lamentó la ausencia de autoridades fiscalizadoras en la Contraloría General del Estado y de la Procuraduría, ya que tanto Gabriel Herbas como Héctor Arce, responden a los intereses del Gobierno central.
Estrategia de desviar la atención. En esa línea, el diputado de Unidad Demócrata (UD), Luis Felipe Dorado, dijo que es una clara estrategia para desviar la atención y lavarse la cara, reflotando casos del pasado.
Citó que aparte del polémico Fondo Indígena, el MAS y los mandatarios quieren hacer olvidar los hechos irregulares en la Caja Petrolera de Salud (CPS) y el crecimiento del narcotráfico en el territorio nacional.
El legislador opositor aclaró que el Gobierno intensificará esta guerra verbal con sus adversarios políticos, con el fin de tratar de beneficiarse en el referéndum del 21 de febrero.
Es la distracción colectiva. Por su parte, el politólogo Carlos Cordero, observó los ataques permanentes del Gobierno como una forma de distracción colectiva a los bolivianos.
"Esto con el fin de que la ciudadanía se olvide de los manejos irregulares del ex Fondioc, la corrupción en las empresas del Estado y la crisis judicial", comentó Cordero. Remarcó que la estrategia gubernamental de agresión a sus adversarios políticos, seguirá en aumento diariamente con el fin de buscar mayores adeptos por la opción del Sí en la consulta del próximo mes, que busca alargar el poder de Evo Morales y Álvaro García Linera.
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